La isla diferente

Rubén Acosta

Durante el estado de alarma de 2020, la vida se paró, Lanzarote quedó suspendida en el tiempo.

Los visitantes desaparecieron y la isla reveló su faceta más desnuda y natural: las playas volvieron a ser paradisíacas, la naturaleza respiró, los hoteles cerraron, las guaguas y los coches de alquiler dejaron de circular.

Rubén Acosta fotografió espacios destinados al turismo entre el 8 de abril y el 5 de mayo de 2020, durante el estado de alarma provocado por la COVID-19.

El confinamiento nos dejó imágenes insólitas: lugares de encuentro solitarios, espacios convertidos en telones de fondo, escenarios congelados como naturalezas muertas.

Esta exposición, en el marco de Veintinueve Trece, fue posible gracias al apoyo del Gobierno de Canarias.